Los artistas suelen ser personas muy sensibles, lo que les lleva a tener un gran contacto consigo mismos: con su ideación y sus emociones. Esto hace que su día a día pueda depender mucho de su estado interno. Por eso, es muy importante que aprenda a poner atención a su dimensión psico-emocional y cuidarla. ¡Sobretodo teniendo en cuenta que él mismo es su principal herramienta y material de trabajo!
Retos vitales, de carácter y profesionales
La vida está llena de retos. A veces tenemos que lidiar con experiencias difíciles (separaciones, pérdidas, conflictos, cambios, enfermedad,…) y además aprender a gestionar las emociones que nos mueven (tristeza, angustia, rabia, miedos, frustración, etc.). Esto es algo que compartimos todos, hagamos lo que hagamos.
Los artistas, además, tienen que aprender a lidiar con otro tipo de malestar: el que se deriva de su personalidad artística. Y es que el carácter creativo es como un Ferrari: puede ser una pasada, pero hay que saber conducirlo… Inestabilidad emocional, tendencia melancólica, inseguridad, sensación de ser inadecuado o insuficiente, etc: la lista de las dificultades que puede generar es larga. Además, el propio ejercicio artístico, como profesión o disciplina, también conlleva algunas dificultades: bloqueos creativos, dudas en relación a la obra, dificultades técnicas, gestión de la soledad, del tiempo, de la economía, de la relación con el mercado, etc
Estos tres ámbitos (los retos vitales, los retos de carácter y los profesionales) no son compartimentos estancos sino que se relacionan y afectan entre sí y todos ellos tienen que ver con la dimensión psico-emocional de la persona creativa. Cubre un rango muy amplio de su vida como para no aprender a cuidarla, ¿no os parece?

Los 3 centros vitales
Cuando queremos resolver un problema o ampliar la conciencia sobre un asunto, nos ayuda empezar por poner en claro ¿qué pienso, qué siento y qué hago, o quiero hacer, respecto a este? Pensamiento, emoción y acción son los 3 centros vitales del ser humano. Operan en todas nuestras situaciones, por lo que es importante tener siempre esta triple mirada.


Bonus track: Sensibilidad
Pensamiento, emoción y acción son 3 ejes universales: a todos nos conviene prestarles atención. Sin embargo, la sensibilidad viene como bonus track para algunos. Y es que hay sistemas nerviosos más sensibles que otros. Los artistas suelen ser personas con una alta sensibilidad, por eso son creativos. Conocer este rasgo y aprender a cuidarlo hará que aumente significativamente su bienestar.
En conclusión, a ningún taxista sensato se le ocurre descuidar su coche porque de ello depende su salud y su trabajo. Si eres artista, tu “taxi” particular es tu mundo interior: él es la clave de tu bienestar y el fundamento de tu obra. Ponle atención, explora las maneras de enriquecerlo, busca y prueba todo aquello que te ayude a cuidarte o acude a un profesional, si prefieres que alguien te acompañe en el camino. ¡Merece la pena!